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Dinero e inflacion en el Perú (página 2)




Enviado por jose luis soto salas



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1988 y 1989: SIN NOVEDADES EN EL FRENTE

Al finalizar el año 1987, la crisis ya era evidente: La inflación empezó a galopar (114,5 % en diciembre del 1987), la producción – y, por consiguiente, la reactivación económica – se había estancado y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo negativo de 521 millones de dólares, el hueco más grande desde 1981. Consecuentemente, las reservas internacionales siguieron decayendo.

A falta de dólares, el Banco Central se vio atado de manos en el control de la tasa de cambio (una demanda creciente de dólares se puede contrarrestar poniendo en circulación los dólares ahorrados).

Ya hemos visto que el Estado no recaudó más impuestos a pesar del crecimiento económico de 1986. Esa ineficacia tributaria, sumada a la inflación, contribuyó a agravar la situación en 1987 y 1988. Además, las empresas estatales como Electroperú empezaron a hacer pérdidas mucho mayores que en los años previos. Los hechos estaban dejando al Estado con cada vez menos margen de acción, convirtiéndolo en observador pasivo del desastre económico.

Obligado por las circunstancias a un cambio de rumbo, el gobierno recurrió, a fines de 1987, al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) en busca de préstamos.

EL EXPERIMENTO HETERODOXO HABÍA LLEGADO A SU FIN.

En octubre de 1987, el gobierno procedió a devaluar el inti en 24 %. Los llamados paquetazos siguieron dándose, de forma periódica, hasta setiembre de 1988, llevando a una gran recesión económica. Pero el Gobierno seguía sin aceptar la necesidad de una línea clara:

El proceso de toma de decisiones durante este período demostró una falta de coordinación y una pérdida de dirección. Mientras algunos miembros eminentes del equipo económico empezaron a aceptar -a regañadientes- la necesidad de un retorno a la ortodoxia como requisito para conseguir nuevos flujos de dólares, El Gobierno se resistió a pagar el precio político. El resultado fue una serie de medidas tibias y términos medios.

El equipo económico de García -presidido por Gustavo Saberbein- intentaba persuadir a García de la necesidad de un shock ortodoxo: Déficit cero a través de aumentos fuertísimos de impuestos y tarifas y la eliminación de subsidios. Pero García, temiendo el costo político de tal decisión, sólo accedió a un camino medio sin resolver el problema de fondo: Un Estado en bancarrota (déficit fiscal) y una economía que importaba más de lo que exportaba (déficit comercial).

Los resultados están en la memoria colectiva de todos los peruanos: Inflación a niveles astronómicos, escasez de alimentos y otros productos básicos y el derrumbe de la aprobación de Alan García. Fue recién hacia fines de 1988 que García se convenció de la necesidad de una "guerra frontal" contra la crisis económica. El nuevo Ministro de EconomíaFinanzas, Abel Salinas, tuvo la ingrata tarea de anunciar, ahora sí, el shock económico, el seis de setiembre de 1988.

El plan, denominado Plan Cero, contribuyó a generar una inflación aún mucho mayor, sobre todo en relación con los productos importadas. Así, por ejemplo, el precio de los productos farmacéuticos subió 600 % y el de la gasolina 400 %. Además, se eliminó el sistema del control de precios con excepción de 42 productos básicos (208).

Las esperanzas de los peruanos estaban ahora cifradas en el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Si bien hubo conversaciones, el Perú no llegó a recibir préstamos. Ello se debió, también, a que el Perú aún adeudaba 600 millones de dólares al FMI y 400 millones al Banco Mundial.

A partir de setiembre de 1988, la inflación se convirtió en lo que los economistas denominan hiperinflación. Ese mes, los precios subieron 114 %. Fue el mes con mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en la historia del Perú. Y el shock parecía llegar muy tarde. En todo caso, no pudo controlar la inflación.

Un largo paro en la industria minera contribuyó a que las exportaciones cayeran aún más agravando así el déficit comercial. Las reservas internacionales, por su parte, se aproximaban a cero.

El 22 de noviembre de 1988, el Gobierno lanzo otro "paquete" con medidas muy similares.

El aumento del desempleo y la caída drástica de ingresos fue el costo social del desastre económico provocando el surgimiento de un sector informal de proporciones nunca antes vistas. Además, el Estado en bancarrota ya no pudo cumplir con sus obligaciones en materia de asistencia social, educación, salud y administración de justicia.

Los años 1989 y 1990 pueden ser narrados de forma breve, pues no se produjeron cambios sustanciales. La economía se recuperó levemente y las reservas internacionales también. Las importaciones se contrajeron y las exportaciones subieron, sobre todo por el aumento de precio de los productos mineros en el mercado internacional.

Bajo el nuevo Ministro de Economía, César Vásquez Bazán, la inflación cayó, pero no de forma sustancial. La tasa anual de inflación fue de 2000 % en 1989. Los últimos meses de 1989 fueron usados en gastar las magras reservas internacionales para reactivar en algo la economía en vista de las prontas elecciones. Así, en marzo de 1990, las reservas internacionales eran de apenas 190 millones de dólares.

El FUJISHOCK

El 28 de julio de 1990: Fujimori, un desconocido profesor universitario, asume la presidencia de Perú tras vencer en los comicios al escritor Mario Vargas Llosa, mientras el país enfrentaba una severa crisis económica y la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso estaba en su apogeo.

El 8 de agosto de 1990 el gobierno de Alberto Fujimori -que encontró un país quebrado tras la primera y desastrosa gestión de Alan García- anunció el ajuste económico más dramático de nuestra historia. De un día para otro los peruanos descubrieron que su dinero casi no tenía valor. Este es un recuento de cómo se vivieron esos días aciagos. La mañana del 9 de agosto de 1990, al día siguiente del paquetazo que hoy todos recuerdan como el "fujishock", la ciudad amaneció triste y vacía. Mucha gente deambulaba por Lima sin saber qué hacer. No había buses de transporte público, los mercados y tiendas estaban cerrados, y los pocos negocios abiertos no atendían porque no sabían aun cuánto cobrar.

Decretó alzas de precios en alimentos de primera necesidad del orden de 160 por ciento y 300 por ciento. EL DOLAR. El dólar oficial se eliminó. Su cuya última cotización fue de 64.000 intis mientras que en el mercado de venta libre en Lima se cotizaba en las últimas horas en un promedio de 340.000 intis. LIBRE OPINION. Economistas independientes indicaron que la cotización podría fluctuar entre 500.000 y 550.000 intis por dólar. LECHE Y OTROS. La lata de leche evaporada pasará de 120.000 a 330.000 intis; La lata de leche evaporada pasará de 120.000 a 330.000 intis, y el pan francés que estaba en 9.000 intis, la unidad, ahora tendrá un precio de 25.000. Otro precio mencionado fue el kilo de fideos que saltó de 200.000 a 900.000 intis. AUTODEFENSA. Paralelamente a las medidas de estabilización, se pondrá en marcha un programa de emergencia social que tendrá un aporte inicial del Estado de 450 millones de dólares. INSOLITO. Para graficar la crisis económica, el Primer Ministro mostró un billete de 500.000 intis y dijo que hace cinco años con ese monto se podía comprar una casa de 50.000 dólares, pero que ahora esa cantidad solo alcanza para adquirir un tubo de pasta dental. Todos sufrieron la pérdida de su capacidad adquisitiva y, en los días siguientes, muchos más perdieron su trabajo, su negocio o sus estudios. Una revista reseñó el caso de Abel Vega, despedido de un taller de metalmecánica porque no tenían cómo pagarle. Y también la historia de 15 obreros de una empresa de cerámicas que quedaron en la calle. "Trabajamos varios años en la empresa, pero nos han despedido y no nos dieron ni la bonificación de julio", contó uno de ellos. Fábricas grandes como Inresa o Cuvisa despidieron o dieron vacaciones forzadas a decenas de operarios. La primera semana que siguió al "fujishock" la incertidumbre fue grande. La revista Caretas, fiel a su estilo, encabezó algunas de sus notas con un: "Sugerencias prácticas: cómo sobrevivir a la crisis". Y ponía a lo largo de varias páginas consejos prácticos para parar la olla, ahorrar energía o gasolina, y sacarle la vuelta a la realidad.

DESASTRE PREVIO

Pero si el fujishock hoy pertenece a la memoria colectiva del país, hay que decir que tuvo como precedente la más grande crisis económica peruana. Antes del fujimorismo, el gobierno encabezado por Alan García había empezado con grandes expectativas, pero terminó con una hiperinflación que hacía variar los precios casi de un día para otro. Sally Bowen reseña en su libro "El Expediente Fujimori" lo que fue acaso el primer error de García: "En su discurso inaugural de 1985, (anunció) que limitaría el pago de la deuda externa (…) al 10% del valor anual de las exportaciones. Su rebelión, que despertó vanas esperanzas de marcar una tendencia a ser seguida por otros líderes latinoamericanos, le costó mucho al Perú. El país fue declarado "inelegible" para recibir préstamos en el futuro". Y mientras García dejaba de pagar, los intereses de la deuda se multiplicaban y la inversión extranjera se extinguía. No fue su único error. En 1987 García intentó estatizar la banca, pero no pudo ante la férrea resistencia de los banqueros. El intento incluso dio origen al Movimiento Libertad, que encabezó Mario Vargas Llosa y que llamó la atención sobre el sesgo autoritario del proyecto. Según la página web Perú Político, "al finalizar el año 1987, la crisis era evidente: la inflación empezó a galopar (114% en diciembre), la producción se estancó y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo negativo". La inflación se convirtió en hiperinflación y el voluntarioso presidente debió aceptar un "paquetazo" que su ministro Abel Salinas hizo efectivo en 1988.El sociólogo Carlos Reyna, autor del libro "La Anunciación de Fujimori-Gobierno de Alan García 1985-1990", cuenta que ese ajuste también tuvo consecuencias terribles para la economía de los sectores más pobres. Pero el propio Alan García torpedeó el efecto. "Ese paquetazo fue el primero de varios ajustes que el gobierno aprista debía hacer. Pero García, afectado por la baja en su popularidad, decidió dejar de lado los ajustes posteriores. Con ello, el paquetazo del 88 no sirvió para nada. Y cuando le preguntaron por qué revirtió las medidas, dijo que era "por intuición política". Inconcebible". Lo que siguió fue el aumento del desempleo y la caída del ingreso. En los dos últimos años del gobierno aprista no hubo cambios: se despidió con niveles de inflación de 50% al mes. Un desastre. En esa coyuntura llegó el cambio de gobierno.

Alberto Fujimori ganó las elecciones de 1990 afirmando que no aplicaría un shock económico, pero, como ha sido costumbre en su vida política, faltó a su palabra. Apenas diez días después de asumir el gobierno, aplicó la medida en nombre de "la estabilización de la economía". El economista Javier Iguíñiz señala que este "paquetazo" fue aplicado para completar el trabajo que ya se había iniciado con el ajuste de Salinas del 88, al que también considera de dimensiones similares por su efecto en las mayorías pobres.

Mientras el país vivía con precios impagables, los economistas llamaron la atención sobre el punto flaco del shock fujimorista: fue aplicado sin anestesia. "Se eliminaron los subsidios, se elevaron varias veces los precios de los productos y no hubo aumento de salarios ni fortalecimiento de los programas sociales para paliar el alza", recuerda Iguíñiz. Los más afectados, como siempre, fueron los asalariados. "De un día para otro se encontraron con un montón de billetes que no valían nada en los bolsillos". En agosto del 90 los pobres, los obreros, los que ganaban un salario, no tenían nada que vender, solo su trabajo. "Y su trabajo se había reducido a un tercio. En cambio los empresarios grandes no la pasaron mal. Sus productos costaban más que antes" dice Carlos Reyna. Javier Iguíñiz completa la idea: "los empresarios grandes podían sobrevivir porque el costo de la mano de obra bajaba". Un analista político acuñó entonces una frase precisa: precios japoneses, salarios africanos.

Conclusiones

El dinero es un componente  fundamental para el desarrollo de la actividad económica. Es el medio de cambio generalmente aceptado para el pago de bienes y servicios. Es un factor que ayuda a que las personas puedan vivir de una forma más digna pero hay que conseguirlo de una forma honesta.  

Lamentablemente hoy en día, el dinero está por encima de cualquier cosa incluyendo las personas, Pero hay cosas más importantes que el dinero esto es algo que se ha perdido por la importancia que le han dado al tener y no al no tener dinero.

Las causas que originaron la inflación más alta fueron los malos manejos de nuestra economía por parte del gobierno y su administración, las consecuencias de la inflación trajeron más pobreza al país, se devaluaron y desaparecieron dos monedas, y muchos otros desastres como por ejemplo:

La estabilidad de los precios puede llevar a un país a tener un gran crecimiento y por el contrario la inestabilidad de éstos lo puede llevar a consecuencias tan graves como una seria devaluación de la moneda.

El principal uso que nosotros como consumidores podemos hacer de la inflación es para la toma de decisiones, es decir, para poder planear cuánto y en qué podemos gastar.

Después del primer gobierno de Alan García, los gobiernos posteriores han sabido manejar mejor las políticas económicas, lo que se ve reflejado en un leve crecimiento y estabilidad económica. Frente a un fenómeno económico como lo es la inflación, es posible tomar medidas de incentivación al ahorro y la inversión, mayor gasto para el desarrollo, otra medida necesaria debe ser la regulación de las importaciones, con el fin de evitar la actual salida excesiva de divisas.

Comentarios o recomendaciones

  • 1. Debido a que hubo una época oscura (se puede decir así), en la que el Perú sufrió una desvalorización de la moneda nacional y los productos primarios tuvieron un alza descontrolable, diría que a partir de ese entonces, el Perú supo reponerse y restablecer nuevamente el valor de su moneda para prosperar tano financieramente como económicamente.

  • 2. Este fenómeno macroeconómico como fue la hiperinflación que vivió el Perú en los años 85-90 , fueron consecuencia de una gran ineficiencia por parte del gobierno, por ello conocer la historia y profundizar las causas de esos hechos económicos conlleva a tomar políticas de gobierno eficientes para evitar un suceso semejante o peor en el futuro.

  • 3. Desde siempre se ha creído que la acumulación de dinero está directamente relacionada con la maldad, la avaricia, la carencia de valores y el linchamiento y aprovechamiento de unas personas sobre otras. En alguna parte hemos leído que, el dinero, hace mejor a una buena persona y peor a la mala. Para nosotros, esta fase, está llena de sentido. Entonces… ¿Por qué hay expresiones como … – El dinero no hace la felicidad. – El dinero llama al dinero. – El dinero seguro que no lo ha conseguido trabajando. – Cuando se trata de dinero todos son de la misma religión. – Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren. – El dinero no nos proporciona amigos, sino enemigos de mejor calidad. Estamos convencidos que, con esta mentalidad, será difícil dar cumplimiento a la denominada Ley de Atracción. La cultura heredada de los pensamientos antes expuestos, provoca un bloqueo mental. En nuestra opinión, genera una mala relación, sin sentido, con el dinero.

Referencias bibliográficas

Hall, Robert E.; Taylor, John B. (1993). Macroeconomics. New York: W.W. Norton

Barba, Guillermo (2012). Hiperinflación en el Perú: una versión real del fin del mundo. México: New Austrian School Of Economics. Disponible en:

Http://Inteligenciafinancieraglobal.Blogspot.Com/2012/12/Hiperinflacion-En-El-Peru-Una-Version.Html

  • Crabtree, Jhon (2005). Alan García en el poder: Perú 1985-1990. Perú: Peisa.

Pentierra, Evaristo (2006). LA GESTIÓN ECONÓMICA DE ALAN GARCÍA:1985-1990. Disponible en: http://www.perupolitico.com/?p=252

Gonzales, José (2010). Consecuencias de la Inflación. Disponible en:

http://blog.conducetuempresa.com/2011/09/la-inflacion.html

  • Reyes, Ivan (2010) El desastre del gobierno de Alan García 1985 – 1990.

  • Piper, Nikolaus (2005). Historia de la Economía. Mexico: Lóguez

 

DEDICATORIA:

Dedicamos este trabajo a Dios por ser nuestro padre y confidente, regalarnos cada maravilloso día para cumplir cada una de nuestras metas y por haber puesto en nuestro camino a aquellas personas que nos han sido de soporte, compañía y supieron guiarnos por el buen camino, dándonos las fuerzas para seguir adelante y no desmayar en los problemas que se presentaban, enseñándonos a enfrentar las adversidades sin perder nunca la dignidad ni desfallecer en el intento. También es dedicado a nuestros padres por el apoyo incondicional que nos brindan para salir adelante y seguir nuestros sueños.

 

 

Autor:

Acra Ticona, Yecenia

Chavez Quiroga, Julio

Solís Costa, Marisol

Soto Salas, José Luis

Suyon Alvarez, Ricardo Junior

CURSO: TEORIA ECONOMICA

PROFESOR: HIDALGO TUPIA MANUEL ALBERTO

LIMA – PERU

AÑO 2015

Partes: 1, 2
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